domingo, 11 de abril de 2010

La Encuadernación...pequeños apuntes












La verdad es que pienso que todo el mundo sabe , más o menos que es la encuadernación .A mi este mundillo de los libros siempre me ha gustado ,no solo porque realizas algo nuevo o simplemente das forma a un pensamiento.



Es el arte de vestir los libros para hacerlos viajar a lo largo del tiempo, y su objetivo es hacerlos llegar dignamente lo más lejos posible... Se llama encuadernación a la acción de coser o pegar varios pliegos o cuadernos de texto y ponerles cubiertas.

Las encuadernaciones tienen por objeto procurar al libro tres ventajas: su conservación, su fácil manejo y su presentación artística.




No empiezan a utilizarse hasta la época romana con la invención de los códices pero ya en los volúmenes egipcios y greco-romanos se adoptó cierta encuadernación de forma rudimentaria que consistía en un envoltorio de piel sobre el rollo de papiro o de pergamino y que iba ligado al mismo con tiras o correas. Para guardar los volúmenes con su envoltorio o sin él, se colocaban verticalmente en cajas cilíndricas de madera o metal conocidas con el nombre de scrinium, las cuales podían contener cierto número de volúmenes juntos. A veces, para libros o volúmenes preciosos, se hacían estuches y cajas de metal precioso y se adornaban con pedrería en cuyo arte destacó la España visigoda.















Pero la verdadera encuadernación no pudo tener lugar hasta que se inventaron los códices de pergamino,una encuadernación muy sencilla , formando las cubiertas del códice otra piel más gruesa sobre tablitas de madera. Pero ya desde el siglo XV empieza el lujo en la encuadernación, con labores de orfebrería y escultura en las tapas dando ejemplo y sirviendo de modelo desde el tiempo de Constantino la fastuosa Bizancio.

Tres clases de encuadernaciones se distinguen a partir de dicha época y por toda la Edad Media:

Sencillas o de pura utilidad. Es el libro manual y corriente, sobre todo, en los monasterios que se encuadernaba con dos sencillas tablas cubiertas de piel o de pergamino sin labores artísticas y se ataba con alguna correa o se cerraba con manezuelas metálicas o bien se cubrían los cortes con una prolongación de la piel a modo de cartera.




En las universidades, los libros mayores solían guarnecerse con punteras de bronce o hierro y se ataban con una cadena a un poste dentro de un pupitre a fin de evitar extravíos. Por ello, recibían el nombre de libros de cadena o encadenados. Algunos de estos códices se guardaban en armarios y cajas no en posición recta o de canto sino tumbados recibiendo por ello, el nombre de tumbos cuando eran registros de alguna magnitud, custodiados en los Archivos y por la clase de piel que los recubría se llamaban becerros.




Encuadernación en piel repujada con guarniciones, siglo XIII. Se formaban con tablas que se recubrían de terciopelo sobre el que se añadía alguna guarnición de plata o bien se forraban con guadameciles tachonados con clavos de adorno. Esta forma debió de empezar a usarse en Constantinopla hacia el siglo V pues en mosaicos de la época se representan ministros o servidores del Emperador llevando grandes libros encuadernados de forma parecida. Pero no se decoraban por entonces las pieles con gofrados repujados que no parecen conocidos antes del siglo XIII. En los siglos XIV y XV hasta principios del XVI se llevó mucho la encuadernación con estas últimas labores sobre todo en España ya comenzados por lo menos en el siglo XIII siendo de estilo mudéjar los gofrados conocidos. De gran lujo. En estas se empleaban los marfiles labrados, las placas de oro y plata con relieves y esmaltes y las piedras finas. Se destinaban casi exclusivamente a libros litúrgicos y Evangelios. En su ornamentación se refleja siempre el estilo de las épocas y regiones que las produjeron.


En la Edad Moderna desaparecen casi por completo las encuadernaciones de gran lujo o con metales preciosos y sólo por excepción se usan alguna vez para obsequios personales. Pero, en cambio, se hacen más artísticas las de lujo mediano e incluso las ordinarias dando Italia la norma del gusto y estilo en las mismas se sustituye la madera por el cartón para aliviar el peso del libro y evitar su destrucción por la carcoma aunque todavía en el siglo XVI se encuaderna a menudo con tablas y se da más importancia que antes al lomo del libro, decorándolo e imprimiéndole rótulos ya que ha de quedar visible en la estantería. El cartón o la tabla se recubren con pergamino o pieles finas (badana, chagrín, marroquín, piel de Rusia) decoradas con gofrados y dorados de estilo plateresco y semiarabesco en los libros de lujo mientras que otros se encuadernan sencillamente con cubierta de pergamino liso. Desde el siglo XVII se admite la media encuadernación de piel sobre el lomo y en las puntas y de papel en lo restante. Llegado el siglo XIX sin abandonar dichas formas, va cundiendo la encuadernación inglesa de simple tela de percalina sobre el cartón aunque adornada con impresiones de oro y colores.

Algunos escritores y artesanos consideran que el término guadamecil denomina exclusivamente al cuero trabajado metalizado con oro y/o plata, mientras que otros ( se acogen a una definición menos restrictiva, considerando guadamecí todo el cuero policromado y labrado.
Actualmente este oficio,esta casi en deshuso,a mi parecer un gran fallo ,esta claro que estamos inmersos en un mundo de la comunicación,plagado de formas digitales que ocupan poco espacio ,el volumen por ejemplo que ocupa una buena enciclopedia se queda en el tamaño de un lápiz de memoria ,está claro que la informatización de todos los textos agilizan el proceso de conservación,consulta y uso de estos,pero a mi me gusta mas coger un buen libro que verlo en digital,es una sensación que transmite,un esfuerzo por progresar ,una manera de permanecer en la historia como obra de arte.






"Un libro abierto es un cerebro que habla; cerrado un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona; destruido, un corazón que llora. "


Proverbio hindú

"Ciertamente, es agradable ver estampado el propio nombre; un libro es siempre un libro, aunque no contenga nada. "

Lord Byron (1788-1824) Poeta británico

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